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Cuando aparecen insectos o plagas en casa o en un negocio, la primera reacción suele ser buscar una solución inmediata. Sin embargo, no todas las fumigaciones son iguales ni todos los productos son seguros.
Realizar una fumigación rápida y segura requiere seguir pasos técnicos, usar productos adecuados y aplicar medidas de protección que garanticen resultados sin riesgos para las personas ni el ambiente.
En este artículo te explicamos cómo hacerlo correctamente y cuándo conviene llamar a profesionales.
La fumigación no siempre es una tarea de rutina: se aplica cuando hay signos evidentes de plagas o como parte de una estrategia preventiva.
Se recomienda fumigar cuando:
La detección temprana evita tratamientos más costosos y reduce el riesgo de enfermedades o daños estructurales.
Una fumigación rápida y segura comienza con una buena preparación. Antes de aplicar cualquier producto, seguí estos pasos:
Una preparación correcta mejora la efectividad del producto y reduce riesgos innecesarios.
Existen distintos métodos según el tipo de plaga y el lugar donde se realiza el tratamiento:
Fumigación por aspersión
Se aplica mediante bombas o mochilas pulverizadoras que esparcen el insecticida sobre superficies y rincones. Ideal para cucarachas, hormigas y pulgas.
Nebulización o termonebulización
Genera una neblina fina que penetra en grietas, techos o bodegas. Es efectiva contra mosquitos, zancudos y plagas voladoras.
Fumigación con geles o cebos
Usada principalmente para cucarachas y hormigas, se aplica en puntos estratégicos. Es segura, sin olor y no requiere evacuar el área.
Fumigación perimetral
Se realiza alrededor de la vivienda o negocio para crear una barrera protectora que impida el ingreso de insectos. Muy utilizada en zonas rurales o con jardines.
El uso incorrecto de insecticidas puede causar intoxicaciones o daños. Para una fumigación segura, seguí estas recomendaciones:
Si no contás con experiencia o equipo de protección, lo mejor es acudir a un servicio profesional.
Una vez finalizado el proceso, hay que permitir que el tratamiento actúe sin poner en riesgo la salud de las personas.
Después de la fumigación:
Controlá la aparición de insectos muertos y deséchalos correctamente.

Aunque es posible aplicar productos domésticos, la diferencia con una fumigación profesional es enorme.
En FUNMISANTOS, realizamos tratamientos rápidos, efectivos y 100 % seguros, adaptados a cada tipo de cliente:
Una fumigación profesional no solo resuelve el problema, también te da tranquilidad.
Además de eliminar plagas, una fumigación preventiva cada 3 a 6 meses ayuda a mantener los espacios limpios y protegidos.
Este tipo de servicio crea una barrera invisible que evita que insectos y roedores regresen.
En FUNMISANTOS ofrecemos planes de mantenimiento para hogares, restaurantes, hoteles y oficinas, ajustados al nivel de riesgo y la época del año.
Realizar una fumigación rápida y segura implica planificación, conocimiento y responsabilidad.
Usar productos sin control o aplicar técnicas inadecuadas puede poner en riesgo la salud, los alimentos y el medio ambiente.
La mejor opción siempre será contar con profesionales capacitados, productos certificados y técnicas efectivas.
En FUNMISANTOS, somos especialistas en fumigaciones seguras, rápidas y con garantía.
Protegemos tu hogar y negocio con soluciones adaptadas a cada tipo de plaga, brindándote la tranquilidad que merecés.
Contáctanos hoy mismo y agenda tu servicio de fumigación profesional.